domingo, 25 de septiembre de 2011

Maravilla irlandesa

Era el año 2003 cuando un tipo como yo, un aficionado al golf que sólo veía el Circuito Americano y el Circuito Europeo, descubrió la Solheim Cup y por ende el golf femenino. Europa, con Sörenstam a la cabeza, pegaba un baño de impresión a las americanas en aquella edición. 17 ½ a 10 ½. Ya andaban por ahí Julie Inkster, Cristie Kerr, Angela Stanford, Laura Davies, Sophie Gustafson y una jovencita noruega que respondía al nombre de Suzann Pettersen, elección de la capitana y que ganó los cuatro puntos de parejas y sólo perdió su individual del domingo. La representación española corría a manos de Ana Belén Sánchez, que jugó poco y no consiguió ningún punto, pero como se suele decir en estos casos donde por desgracia no sumas, hizo piña.

Pues bien, después de ver la paliza pensé que esto no era como la Ryder masculina, que las europeas dominaban y que en próximas ediciones ganarían de nuevo. Casi acierto. EEUU dominó las tres ediciones siguientes, con partidos igualados pero al final, la balanza siempre caía de su lado. 

Hasta que llegó el 2011…

No voy a analizar la Solheim de este año porque para eso hay páginas en Internet mejores que este blog, con profesionales que saben de lo que hablan, con conocimientos de este deporte, con conocimientos específicos de golf femenino y con conocimientos de su Historia. Sólo voy a plasmar pinceladas que me han llamado la atención y que han hecho que esta edición de la mal llamada Ryder femenina haya sido espectacular.

Azahara, hay veces que una competición como esta sirve para darte el empujón necesario en tu carrera individual. Recuerdo a Westwood en la Ryder de 2004, cuando venía con su confianza por los suelos desde hacía meses porque no metía un putt. Los dos fourballs que jugó con García le devolvieron la sonrisa y estoy seguro que una pequeña parte de su resurgimiento posterior fueron esos dos partidos disputados con el español. Azahara, tienes un juego prodigioso y estratégicamente eres igual de buena. Estás en el LPGA para ganar torneos y un Major. ¿He dicho uno? Estás para ganar más de uno y espero que esto te sirva para darte cuenta de lo que puedes hacer.

Tu participación ha sido gloriosa. Enhorabuena.

¿Suzann Pettersen? ¿Dónde está Pettersen? Eso es lo que se preguntaba todo el mundo, sobre todo sus compañeras. La noruega había debido perder el avión a Irlanda, porque la competición empezaba el viernes y el domingo después de comer seguía desaparecida. Ahora bien, llegó justo a tiempo para jugar los tres últimos hoyos de su partido contra Wie. Llegó en el momento oportuno. Tres birdies y punto fundamental a la buchaca.

Eso es lo que tiene ser la Número 2 del Mundo.

Carolina Hedwall tiene unas pelotas que ya les gustaría a muchos hombres tener. No se rinde nunca, se mosquea, saca el puño como si no hubiera mañana y además, no tiene miedo a enfrentarse a quien sea.

Para que luego digan que l@s suec@s son fríos.

Christie Kerr, desde esa Solheim de 2003 que antes comentaba, siempre ha sido mi jugadora favorita. Me encanta su juego, me encanta su putt y me parece un ejemplo de golfista en todos los sentidos. Sus lágrimas hoy me han matado, de verdad. Lo peor de esta edición.

No te merecías algo así. Ni tú, ni la Solheim.

Paula Creamer normalmente en pruebas del LPGA me cansa. Tanto rosa, tanto rosa, que me empalaga. El grip del putter rosa, el lazo rosa, el polo rosa, los zapatos con tonos rosas, el guante blanco y rosa... Me encanta el rosa, pero lo de ella es una sobredosis de ese color. En cambio, en al Solheim me apasiona. Le va la marcha, no se rinde nunca, está encantada de jugar todos los partidos y sabe tanto ganar como perder (saludos a Michelle Wie). El bañito de mi escocesa favorita en los individuales duele a cualquiera y si además estás invicta en individuales en la Solheim, ni te digo. Ella, yendo seis abajo y seis por jugar, con su bola en el bunker y la de Matthews para birdie, ha llegado al green con una preciosa sonrisa y ha sabido perder como pocas. Eso también es golf.

Prometo ponerme mañana para ir a currar una camisa rosa en tu honor.

Morgan Pressel. Cuatro puntos disputados, cuatro puntos ganados. Me ha encantado como ha jugado. En los golpes importantes con los hierros e híbridos ha dado la cara. En esos putts donde te matan los nervios ha respondido y de regalo, se ha merendado a Anna Nordqvist en los individuales. Canela fina.

Nadie gana un Nabisco con 19 años por casualidad...

Rosie Jones, ahora te toca a ti. Que salgan todos los que te pusieron a caer de un burro por escoger a Vickie Hurst y, sobre todo, a Ryan O'Toole. Me sabe mal porque O'Toole ha empatado un partido que tenía ganado, pero creo que ha sido más mérito de Hedwall que demérito de la estadounidense. Y quien diga lo contrario, que prueba a hacer el chip que tenía en el 18 con ese rough, con tan poco green y además, cuesta abajo. Su medio punto perdido no empaña para nada una maravillosa Solheim disputada.

Entrar en Internet el domingo a las 9 de la mañana y ver que uno de los partidos es Laura Davies contra Julie Inkster es, al menos para mi, una razón de peso para buscarte la vida como sea para poder ver la Solheim el domingo de principio a fin. Ambas son LEYENDAS de este deporte, LEYENDAS de esta competición y espejo donde muchas jugadoras se miran. Era su último baile, su 'gracias por todo', su 'va por ustedes'. Bueno, el último no. Como me dijo Álvaro Beamonte por Twitter: el penúltimo, siempre el penúltimo.

Michelle Wie, por cierto, el mundo no gira en torno a ti. Asúmelo. Sólo quería decirte eso.

Directores y/o Directoras del Torneo, por favor, por lo que más quieran, prohíban de una vez lo de las banderitas y los corazoncitos en la cara de las jugadoras. En serio, es una horterada de dimensiones bíblicas. Ya valió la broma, por favor... Sean coherentes, esto es una competición seria y estoy seguro que esa es la imagen que quieren transmitir. Pues bien, ese tipo de detalles, no ayudan.

Directores y/o Directoras del Torneo (y II) ¿hay alguna posibilidad de crear una comisión que regule las vestimentas escogidas por las capitanas de cada equipo? Entiendo que para las americanas va a ser complicado a veces, porque tienen que combinar azul, rojo, blanco y estrellitas. El riesgo de dar una patada a la moda es alto así que habrá que asumirlo, pero aún así hay veces que se debe decir 'no way' (para que lo entiendan bien.) 

Lo del bando europeo tiene más delito. ¡Azul, sólo azul! Y si me apuras, algún detalle amarillo. Lo del sábado, por ejemplo, fue un auténtico drama. Rayas horizontales amarillas y blancas en el polo. Jersey de rombos porque hacía frío y pantalón gris ¡con cuadros!. Rayas, rombos, cuadros... Esto en ciertos países es denunciable. Ah, y encima con las banderitas y los corazoncitos en la cara. Un drama.

Para ir terminando, que a mi me dan un blog y un teclado y me crezco, sólo puedo decir una cosa: CHICAS, ENHORABUENA. Habéis dado al mundo una lección que ha durado tres días, habéis demostrado (una vez más y en un deporte más) que no hace falta tener el cromosoma XY para ofrecer un espectáculo deportivo grandioso. Y lo más importante, estoy seguro que habéis creado afición y eso es algo que muchos y muchas no podrán decir jamás. 

El golf siempre os lo agradecerá.