viernes, 14 de octubre de 2011

La Teoría del Fallo

En esto del golf, los amateurs, esa especie que pululamos por los campos de España los fines de semana, fiestas de guardar y algún día entre semana en que suena la flauta, muchas veces nos empeñamos en compararnos con los profesionales.

Sí, vale, todo el mundo dice que esto no es así, que sabe la diferencia entre un amateur y un profesional, que sabe que ellos viven de esto y nosotros nos ganamos el jornal con otras actividades más aburridas y menos lúdicas. Sin embargo, cuando estamos ante un golpe complicado, muchas veces optamos por agarrar el hierro cinco e intentamos hacer ciento-no-se-cuantos metros desde el rough porque lo hemos visto en la tele. O alrededor de green, intentamos hacer ese globo imposible que tanto nos gusta cuando lo hace Mickelson en vez de jugarla bajita. Es inevitable, supongo, porque a casi todo el mundo que conozco nos pasa lo mismo.

El otro día hablaba con el profesional de mi club y me dijo una cosa que me dejó pillado, no porque tuviera razón, que en esto del golf casi siempre que él y yo tenemos puntos de vista diferentes, es él quien suele tener razón, sino por lo sencilla que era y lo útil que me pareció.

Él afirmaba que la gran diferencia entre el jugador y el jugador profesional, no es que los pros patéen mejor que nosotros, o que de cien metros para abajo sean mucho más precisos. Ni siquiera es la distancia ni la pegada, como muchos piensan. Para él, la gran diferencia y por ende, el gran problema es que los profesionales saben aceptar EL FALLO, mientras que los amateurs, no.

Curiosamente –porque debería ser al revés- un profesional entiende que en una vuelta de golf el fallo puede venir en cualquier golpe, el cualquier hoyo, en cualquier situación. Sin embargo, lo entiende y lo acepta porque sabe que jugar perfecto a este deporte es imposible. Lo intenta olvidar lo antes posible en mayor o menor medida y sigue su vuelta. ¿Qué hace un random amateur por norma general? Se mosquea.




Ese es el gran error del jugador amateur; no entender que en cada vuelta vamos a generar nuestra ración habitual de golpes fallados. Más o menos depende del día, por supuesto, pero haberlos los habrá. Debemos por tanto aceptarlos y no arrastrar los fallos pasados hoyo tras hoyo, porque no harán sino generar más todavía.

El pro me decía que cuando se sale a jugar, se debe asumir ese porcentaje de golpes fallados. Por supuesto cuando más bajo es el hándicap, menos fallos van a haber -o mejor dicho, debería haber-. Entender y aceptar el haber dado un soket, el haber mandado la bola fuera de límites por un hookazo, hacer tres putts desde dos metros o pegar un salto de rana en un golpe aparentemente fácil redunda sin duda alguna, en el beneficio del jugador.

Su teoría me convención, la llamé La Teoría del Fallo –sí, lo se, soy un tío original buscando nombres- y si al salir al campo somos capaces de aplicarla, de aceptar el fallo y de entenderlo como hacen los profesionales, a todos nos iría mejor y, sobre todo, disfrutaríamos más (aún).

domingo, 2 de octubre de 2011

Nicanor Calvo

¿Nicanor Calvo? ¿Quién coño es Nicanor Calvo? Resulta que en este blog se ha hablado de Seve, de Tiger, de la Solheim, de Majors... Y ahora, de repente, un tal Nicanor Calvo...


Pues resulta que esta mañana, estaba servidor jugando la novena prueba del Circuito Montañes de Golf 2011 en el Campo de Mataleñas y entre hoyo y hoyo me encontraba hablando amigablemente con el Director del Torneo, el insigne jugador de golf y mejor ex-jugador de rugby llamado Nemesio Ochoa, y con su testaferro, Jesús San Millán, el tipo del mundo que más sabe de las bolas Solvay, cuando en mitad de la conversación, el primero recibe una llamada a su móvil (nada relevante, hasta ahora). 


Al colgar, nos mira a los dos y nos dice. Nicanor Calvo se ha auto-descalificado del Torneo. A lo que yo digo ¿Mande? ¿Quién coño es Nicanor Calvo? Nemesio me contesta que se trata del ganador de la prueba en la jornada del sábado, que es cuando juegan los de primera categoría (y doy fe que hay mucho nivel...)


Pero ¿qué ha pasado? ¿por qué se ha auto-descalificado?


Pues bien, resulta que este jugador, al cual no conocía de nada y era la primera vez que escuchaba su nombre, se había levantado por la mañana y se había venido al campo porque pensaba que la tarjeta que oficialmente habían publicado no era correcta. 


Y no, no lo era.


En uno de los hoyos le habían apuntado un golpe de menos y él, al día siguiente, después de haber sido proclamado ganador, después de salir su nombre en la noticia del periódico, ha venido de nuevo a Mataleñas y ha dicho: 'no señor'. Tengo un golpe más, así que, por favor, siguiendo las normas, descalifíquenme.


Cualquier jugador de golf sabe lo complicado que es ganar una prueba. Hay muchos que jamás lo han hecho. Si además en esta prueba juegan los mejores amateurs de Cantabria y alguno de las provincias circundantes, la dificultad de la empresa se complica aún más. 


Y resulta que este señor, porque eso es lo que, un señor, demuestra con su gesto que respeta el juego por encima de todo y tiene muy claro lo que significa este deporte. Éstas son las cosas que hacen diferente a nuestro deporte y éstos son los gestos de los que todo el mundo debería aprender.


Chapeau, Nicanor. Como he dicho, no te conozco de nada, pero tienes todo mi respeto y estoy seguro que el de muchos otros jugadores y miembros de la organización. Me quito el sombrero ante ti y ante tu gesto. Gracias por dar una lección y demostrar que no todo es ganar. Espero que niños, jóvenes y adultos aprendamos de tu gesto. Sobre todo los que aún no tienen claro de que va este deporte.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Maravilla irlandesa

Era el año 2003 cuando un tipo como yo, un aficionado al golf que sólo veía el Circuito Americano y el Circuito Europeo, descubrió la Solheim Cup y por ende el golf femenino. Europa, con Sörenstam a la cabeza, pegaba un baño de impresión a las americanas en aquella edición. 17 ½ a 10 ½. Ya andaban por ahí Julie Inkster, Cristie Kerr, Angela Stanford, Laura Davies, Sophie Gustafson y una jovencita noruega que respondía al nombre de Suzann Pettersen, elección de la capitana y que ganó los cuatro puntos de parejas y sólo perdió su individual del domingo. La representación española corría a manos de Ana Belén Sánchez, que jugó poco y no consiguió ningún punto, pero como se suele decir en estos casos donde por desgracia no sumas, hizo piña.

Pues bien, después de ver la paliza pensé que esto no era como la Ryder masculina, que las europeas dominaban y que en próximas ediciones ganarían de nuevo. Casi acierto. EEUU dominó las tres ediciones siguientes, con partidos igualados pero al final, la balanza siempre caía de su lado. 

Hasta que llegó el 2011…

No voy a analizar la Solheim de este año porque para eso hay páginas en Internet mejores que este blog, con profesionales que saben de lo que hablan, con conocimientos de este deporte, con conocimientos específicos de golf femenino y con conocimientos de su Historia. Sólo voy a plasmar pinceladas que me han llamado la atención y que han hecho que esta edición de la mal llamada Ryder femenina haya sido espectacular.

Azahara, hay veces que una competición como esta sirve para darte el empujón necesario en tu carrera individual. Recuerdo a Westwood en la Ryder de 2004, cuando venía con su confianza por los suelos desde hacía meses porque no metía un putt. Los dos fourballs que jugó con García le devolvieron la sonrisa y estoy seguro que una pequeña parte de su resurgimiento posterior fueron esos dos partidos disputados con el español. Azahara, tienes un juego prodigioso y estratégicamente eres igual de buena. Estás en el LPGA para ganar torneos y un Major. ¿He dicho uno? Estás para ganar más de uno y espero que esto te sirva para darte cuenta de lo que puedes hacer.

Tu participación ha sido gloriosa. Enhorabuena.

¿Suzann Pettersen? ¿Dónde está Pettersen? Eso es lo que se preguntaba todo el mundo, sobre todo sus compañeras. La noruega había debido perder el avión a Irlanda, porque la competición empezaba el viernes y el domingo después de comer seguía desaparecida. Ahora bien, llegó justo a tiempo para jugar los tres últimos hoyos de su partido contra Wie. Llegó en el momento oportuno. Tres birdies y punto fundamental a la buchaca.

Eso es lo que tiene ser la Número 2 del Mundo.

Carolina Hedwall tiene unas pelotas que ya les gustaría a muchos hombres tener. No se rinde nunca, se mosquea, saca el puño como si no hubiera mañana y además, no tiene miedo a enfrentarse a quien sea.

Para que luego digan que l@s suec@s son fríos.

Christie Kerr, desde esa Solheim de 2003 que antes comentaba, siempre ha sido mi jugadora favorita. Me encanta su juego, me encanta su putt y me parece un ejemplo de golfista en todos los sentidos. Sus lágrimas hoy me han matado, de verdad. Lo peor de esta edición.

No te merecías algo así. Ni tú, ni la Solheim.

Paula Creamer normalmente en pruebas del LPGA me cansa. Tanto rosa, tanto rosa, que me empalaga. El grip del putter rosa, el lazo rosa, el polo rosa, los zapatos con tonos rosas, el guante blanco y rosa... Me encanta el rosa, pero lo de ella es una sobredosis de ese color. En cambio, en al Solheim me apasiona. Le va la marcha, no se rinde nunca, está encantada de jugar todos los partidos y sabe tanto ganar como perder (saludos a Michelle Wie). El bañito de mi escocesa favorita en los individuales duele a cualquiera y si además estás invicta en individuales en la Solheim, ni te digo. Ella, yendo seis abajo y seis por jugar, con su bola en el bunker y la de Matthews para birdie, ha llegado al green con una preciosa sonrisa y ha sabido perder como pocas. Eso también es golf.

Prometo ponerme mañana para ir a currar una camisa rosa en tu honor.

Morgan Pressel. Cuatro puntos disputados, cuatro puntos ganados. Me ha encantado como ha jugado. En los golpes importantes con los hierros e híbridos ha dado la cara. En esos putts donde te matan los nervios ha respondido y de regalo, se ha merendado a Anna Nordqvist en los individuales. Canela fina.

Nadie gana un Nabisco con 19 años por casualidad...

Rosie Jones, ahora te toca a ti. Que salgan todos los que te pusieron a caer de un burro por escoger a Vickie Hurst y, sobre todo, a Ryan O'Toole. Me sabe mal porque O'Toole ha empatado un partido que tenía ganado, pero creo que ha sido más mérito de Hedwall que demérito de la estadounidense. Y quien diga lo contrario, que prueba a hacer el chip que tenía en el 18 con ese rough, con tan poco green y además, cuesta abajo. Su medio punto perdido no empaña para nada una maravillosa Solheim disputada.

Entrar en Internet el domingo a las 9 de la mañana y ver que uno de los partidos es Laura Davies contra Julie Inkster es, al menos para mi, una razón de peso para buscarte la vida como sea para poder ver la Solheim el domingo de principio a fin. Ambas son LEYENDAS de este deporte, LEYENDAS de esta competición y espejo donde muchas jugadoras se miran. Era su último baile, su 'gracias por todo', su 'va por ustedes'. Bueno, el último no. Como me dijo Álvaro Beamonte por Twitter: el penúltimo, siempre el penúltimo.

Michelle Wie, por cierto, el mundo no gira en torno a ti. Asúmelo. Sólo quería decirte eso.

Directores y/o Directoras del Torneo, por favor, por lo que más quieran, prohíban de una vez lo de las banderitas y los corazoncitos en la cara de las jugadoras. En serio, es una horterada de dimensiones bíblicas. Ya valió la broma, por favor... Sean coherentes, esto es una competición seria y estoy seguro que esa es la imagen que quieren transmitir. Pues bien, ese tipo de detalles, no ayudan.

Directores y/o Directoras del Torneo (y II) ¿hay alguna posibilidad de crear una comisión que regule las vestimentas escogidas por las capitanas de cada equipo? Entiendo que para las americanas va a ser complicado a veces, porque tienen que combinar azul, rojo, blanco y estrellitas. El riesgo de dar una patada a la moda es alto así que habrá que asumirlo, pero aún así hay veces que se debe decir 'no way' (para que lo entiendan bien.) 

Lo del bando europeo tiene más delito. ¡Azul, sólo azul! Y si me apuras, algún detalle amarillo. Lo del sábado, por ejemplo, fue un auténtico drama. Rayas horizontales amarillas y blancas en el polo. Jersey de rombos porque hacía frío y pantalón gris ¡con cuadros!. Rayas, rombos, cuadros... Esto en ciertos países es denunciable. Ah, y encima con las banderitas y los corazoncitos en la cara. Un drama.

Para ir terminando, que a mi me dan un blog y un teclado y me crezco, sólo puedo decir una cosa: CHICAS, ENHORABUENA. Habéis dado al mundo una lección que ha durado tres días, habéis demostrado (una vez más y en un deporte más) que no hace falta tener el cromosoma XY para ofrecer un espectáculo deportivo grandioso. Y lo más importante, estoy seguro que habéis creado afición y eso es algo que muchos y muchas no podrán decir jamás. 

El golf siempre os lo agradecerá. 

miércoles, 3 de agosto de 2011

El tigre que vuelve y el circo que le acompaña














Tiger vuelve después de tres meses fuera. Los aficionados lo tenemos que celebrar, el Circuito Americano descorcha botellas de champagne a escondidas para que no se note su alegría, las cadenas de televisión que emiten los torneos hacen el pino con las orejas y sus rivales en el PGA Tour, esos están con la mosca detrás de la oreja ¿por qué?


Porque nadie en su sano juicio se atrevería a pensar que un tipo que vuelve después de estar tres meses parado, que lleva dos años sin ganar nada, que ha tenido problemas personales muy serios y que ha atravesado por cambios profundos en su swing, es capaz de plantar batalla en un evento de los Campeonatos del Mundo ni en el PGA la semana siguiente.

Sin embargo, Tiger es Tiger, ha ganado más de 70 torneos en el Circuito Americano y tiene 14 Majors. Si alguien puede llevar la contraria a la lógica, es él. Estoy de acuerdo en que una hipotética victoria de Woods en Bridgestone C.C (donde ha ganado siete veces) y, sobre todo, en el PGA sería una sorpresa pero en el mundo del golf las sorpresas están a la orden del día. ¿Quién esperaba algo en el 2003 de Ben Curtis antes del Open y de Shawn Micheel antes del PGA? ¿Y de Todd Hamilton en el 2004?

Cuando se desató toda la polémica extra-deportiva con Tiger a mi me pilló de vacaciones en Nueva York. Madre mía que follón... Nosotros nos quejamos aquí de los programas del corazón, de ciertas cadenas que se dedican a dar prensa rosa constantemente. Del cotilleo sin sentido, del rebuzne desbocado de un lobby de mediocres que se creen que han empatado con alguien. Pues bien, lo que aconteció esos días en la televisión, radio y prensa escrita en EEUU estaba a medio camino entre lo patético y lo cómico. Y superaba con creces el espectáculo lamentable que vemos aquí a diario.


Todo dios hablaba del incidente, todo dios hablaba de la vida disoluta de Woods. Vamos, que parecía que todo el mundo sabía lo que hacía antes del incidente pero nadie lo contaba, cuando en realidad ni dios sabía nada de la vida de Woods, pero había que hablar de ello como fuera. No importaba si eras periodista, tertuliano, vecino, amigo del colegio, camarera de un local de Las Vegas o estrella del porno. Si por el camino caían unos dólares a la buchaca por la ponencia tigeriana, pues mejor que mejor.
















La sociedad americana, que para este tipo de incidentes es muy, muy, muy, muy hipócrita, sentenció a Tiger a muerte. Lo bajó del pedestal y lo apedreó públicamente cual puta en la época de Jesucristo. La doble moral americana es un asco, sobre todo porque en muchas ocasiones es de cara a la galería. Lo que les encanta luego es la imagen del héroe que renace de sus cenizas, el complejo de Ave Fenix. Adoran criticar y luego, unos meses después, volverse locos cuando esa misma persona non grata regresa a la senda del éxito.

Los ejemplos entre los deportistas son numerosos a lo largo de la Historia. A Magic Johnson le pasó cuando anunció que había contraído el VIH por había sido infiel a su esposa con un innumerable número de mujeres. Unos pocos meses después, cuando volvió a jugar con los Lakers, la sociedad enloqueció de felicidad. A Michael Jordan le pasó algo similar a raíz del escándalo de sus apuestas en los casinos. Al poco tiempo seguía siendo el héroe que nunca dejó de ser.

Y yo digo, el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Que sí, que es un topicazo de los buenos, pero es la puñetera verdad.

Tiger es un caso similar. Todo el mundo está deseando que gane un torneo para subirlo de nuevo a los altares, todos los periodistas que echaron mierda sobre él le adorarán, todos los aficionados que lo vieron como el demonio con piel de cordero enloquecerán, todos los aficionados que le dieron la espalda le acosarán y todos los contratos publicitarios que se fueron, volverán.

Con esto no estoy justificando a Tiger, porque su forma de actuar no tiene justificación. A mi me parece que Woods está pagando por sus pecados, algo que todo el mundo hace tarde o temprano. Todo en la vida de Tiger estaba calculado, hasta su matrimonio con Elin. Sus asesores le aconsejaron casarse con ella porque eso supondría un beneficio económico importante en forma de patrocinadores. Vender que era un hombre de éxito en el deporte y a su vez, un feliz padre de una familia idílica le reportaría pingües (que palabra más hortera...) beneficios. Y así lo hizo.

Sin embargo, todo el cuento de hadas se vino abajo y Elin, que es rubia pero no es tonta, sabía perfectamente cómo cuantificar lo que le había supuesto en términos monetarios el matrimonio a Woods. Ni más, ni menos que la irrisoria cifra de 300 millones de dólares si no me equivoco (porque hablo de memoria y me suele fallar bastante). Esa fue la cifra que pidió en los trámites de divorcio.

Y oye, se lo merece la sueca, no faltaba más. La cagada de Woods es monumental, eso parece claro a tenor de todo lo que se ha hablado. Y aquí, el que la hace la paga y Tiger ya sabía las consecuencias que podía tener su forma de actuar. Eso sí, la mierda que se ha echado sobre su persona, con desfile de actrices porno incluidas contando sus andanzas con Tiger cual Paqui la Coles en Sálvame Deluxe, fue totalmente deleznable.

Que no justifique el circo que se montó no significa que defienda a Tiger.

Pero al final, lo que nos interesa es el Woods golfista, esa jugador de otra galaxia que ahora mismo anda perdido en alguna luna (quizás la de Valencia) y que tiene que dar un golpe encima de la mesa.

Muchos dudan de su capacidad para volver a ser el de antes. Pues bien, yo no espero a un Tiger dominador como ese año 2000 donde ganó tres Major o como en el 2005 y 2006 donde dominaba (más si cabe) el golf mundial a su antojo. En realidad, no lo espero de momento, este año.

El año que viene ya será otra historia si la salud física le respeta y la mental la arregla. De cualquier otro lo dudaría, pero ¿de Tiger? Del tigre me espero cualquier cosa.

Y si lo consigue, entonces, quizás entonces, con todo el merecimiento, podrá hacer esto a muchos que se lo merecen desde hace mucho tiempo.






sábado, 16 de julio de 2011

The Open, 2ª jornada y la cruda realidad en mi porra

Segunda jornada en Royal St. George's. Ya tenemos los setenta y un golfistas que lucharán por la victoria. Y digo bien, setenta y uno, porque todos tienen opciones. Desde Matthew Millar hasta Lucas Glover. Siete golpes en un Open no es una distancia insalvable, sobre todo si hoy sábado hace un día de perros como vaticinan.


Tres españoles jugarán el fin de semana: Miguel Ángel Jiménez (-3), Pablo Larrazábal (-2) y Sergio García (E). Apenas he podido ver imágenes de la segunda jornada, por lo que no voy a ser tran pretencioso de hacer un análisis basado en la clasificación. Solo diré que definitivamente el campo no está sencillo aún con ausencia de grandes vientos, frío o lluvia. Ayer los resultados fueron peores y salvo el ligero aumento del viento que hubo por la tarde, podríamos decir que fue un día ideal de verano en Inglaterra. Parece que la dirección del viento de ayer (sur-sureste), molestó bastante más a los jugadores que la dirección que había en la primera jornada.


Hoy es el Moving Day y la verdad es que con tantos jugadores con opciones, se presenta apasionante. Si a esto le sumamos el más que probable mal tiempo, la jornada no puede pintar mejor. Habrá que estar atentos y sobre todo, ver cómo superan este día de supervivencia los nuestros. Los norteamericanos podrían sufrir si se dan esas malas condiciones. No están acostumbrados a jugar bajo esas circunstancias por lo que el golf europeo puede ser el gran beneficiado de un día de perros.


Brindo por el Open. Ver a viejos rockeros como Bjorn, Miguel, Davis Love III o Darren Clarke ahí arriba siempre es gratificante. Ver a Tom Watson hacer un hoyo en uno, lo es más. Para los que no lo sepan, el cinco veces campeón del Open lleva 15 hoyos en uno en su carrera profesional. Hay que hacerlos...


Por cierto, golpe mortal al golf inglés. Sus tres máximos representes, Luke Donald (#1 del Ranking), Lee Westwood (#2) e Ian Poulter (#16), están, para sorpresa de todos, fuera del corte. This is the Open...


Y por último, mi porra. Ay mi porra... Todo pintaba bien el primer día y de repente, todo se ha torcido el segundo. Como suele ser habitual, llega un momento en el que vuelves a la realidad, a la cruda realidad... Tres de mis ganadores no han pasado el corte, uno de mis sleepers tampoco. No me lo esperaba. Eso sí, cuatro de mis no-ganadores tampoco lo han pasado. A ver cómo se da el asunto el sábado

jueves, 14 de julio de 2011

This is the Open – Resumen de la primera jornada y situación mi porra

Esto es el Open, ni más, ni menos. Después de una mañana con tiempo típicamente inglés, esto es, frío, vientos de 20-25 millas por hora y agua, llega la tarde y todo para. Luce el sol, las banderas apenas flamean y la lluvia desaparece.

Cuando muchos de los favoritos, véase Westwood, Mickelson, McDowell o Stricker entre otros, estaban sufriendo por encontrarse por encima del par, apareció la calma e hizo que Royal St. George’s fuera mucho menos fiero. Muchos jugadores del turno de tarde aprovecharon ese guiño de la meteorología para poder mejorar sus tarjetas y entrar de nuevo en el Torneo. El resultado, de 11 jugadores jugando al par o por debajo a mitad de jornada hemos pasado a 50 al final del día. Todo está muy abierto, como suele ser habitual en el Open. Sin embargo, el campo ya se ha cobrado sus primeras víctimas. Gente como Goosen, Ben Curtis (último ganador en este campo), Hunter Mahan o Álvaro Quirós ya saben que no van a ganar esta edición del Grande con más solera.

Es cuanto menos curioso que los dos colíderes de esta primera jornada sean un amateur y un reserva. Ambos comparten el puesto más alto de maneras diferentes. Mientras Bjorn jugó  como los ángeles en las condiciones más adversas, Lewis aprovechó los últimos hoyos de la tarde para hacer cuatro birdies en los cinco últimos hoyos. Los dos tienen mucho mérito, cada uno a su manera, pero esto no ha hecho más que comenzar.

Mención aparte merece Miguel Ángel Jiménez. El malagueño, cargado de experiencia y buen conocedor de los links, realizó una vuelta sin bogeys para situarse con -4 empatado en la tercera posición. Solo él y Larrazábal (-2) fueron capaces de no jugar por encima del par en ningún hoyo. Olé.

La vuelta de Sergio no es ni mucho menos mala. Ha tenido suerte que la salida de cadena haya sido quedando cuatro hoyos para acabar, la verdad. Esto le pasa en el hoyo 5 e igual se lleva la del pulpo. Sus problemas han sido desde el tee, algo extraño porque es bastante fiable en las salidas y por lo tanto estoy seguro que no deja de ser una anécdota, un problema de bloqueo mental, una mala racha puntual. Me hubiera preocupado más si el problema hubiera estado en el putt. Sin embargo, ha salvado dos pares con dos putts buenísimos en el 15 y el 17. Eso es una buena señal. Sergio no falla desde el tee, es su mejor golpe y mañana debería seguir como siempre, saliendo bastante bien. Hay q quedarse con los positivo y esto es que, primero, no ha perdido el Open como unos cuantos en esta primera jornada. Segundo, el campo no le ha ganado y el día no acompañaba durante su vuelta y tercero, ha estado bien en los greenes. 

Mañana se presenta una segunda jornada apasionante. Será interesante seguir qué es capaz de hacer el amateur Lewis, ver si el Bjorn que sale al campo es el que maravillaba hace ya unos cuantos años y que ha hecho acto de presencia hoy jueves, seguir con lupa las evoluciones de Pablo y Sergio, tener un ojo puesto en los favoritos con ciertas urgencias como McIlroy, Westwood o Donald y, por supuesto, rezar para que no se cumplan las previsiones meteorológicas, que dicen que habrá una plácida mañana y una tarde movidita, algo que afectaría a Miguel y Sergio.

Por cierto, dejo aquí el resultado actual de mi porra porríticamente incorrecta. So far, so good…


miércoles, 13 de julio de 2011

Semana de Grande, Parte III: Hágase rico a mi costa ¿Quién va a ganar el Open?

Apostar por quién NO va ganar es bastante fácil. Basta con escoger un puñado de jugadores de entre más de 150 participantes y malo será que elijas justo al único que va a ganar. En cambio, si hay que apostar por el ganador el tema ya es más complicado. Hay muchos factores que influyen. Es más, hay tantas variables como quieras incluir. La suerte, el tipo de campo, las horas de salida, el tiempo, el estado anímico y el estado físico del jugador, el saber adaptarse a las condiciones en cada momento, el montículo en el rough que te mete la bola en la calle en vez de mandarla fuera de límites... Y así, hasta el infinito.

Eso sí, como comenté antes. Si cuando acaba el torneo hemos acertado con el ganador, por arte de magia todos esos factores se fusionan y en uno solo: somos unos gurús del golf y punto.

Dicho esto, vamos a meternos en faena. A continuación, señoras y señores, mis favoritos para ganar el Open 2011. Si tienen algo de pasta que les sobra, si quieren ganar dinero fácil, si quieren tener unas vacaciones pagadas a mi costa, sigan leyendo. Si ya se han descojonado de mi lo suficiente cuando han vista mi lista de diez no-ganadores, dejen de leer esto y en su lugar busquen cualquier Golf Digest que tengan por casa y léanse esos consejos técnicos con títulos tan humildes como: ‘lance la bola con su driver a 300 yardas’, ‘aprenda a dar el famoso stinger de Tiger con la madera 3’, ‘consiga el juego alrededor de green de Chema Olazábal’ o simplemente, ‘putee como los profesionales’.

Por cierto, el orden es totalmente aleatorio. No estoy pronosticando el Top Ten del torneo, sería bastante pretencioso por mi parte. Bastante es escoger a diez de entre ciento cincuenta y pico jugadores como para encima ordenarlos en la clasificación final del domingo.

Posible ganador #1: Bubba Watson
















Me encanta este tío. De verdad, antes no me gustaba demasiado, es zurdo, tiene un swing raro y peca de hortera en ciertos momentos a la hora de vestir. Sin embargo, con el paso del tiempo me ha dado cuenta que es un fenómeno. La pega que la rompe (aunque esto no sea demasiado importante para un Open) y su juego es el de un artista. Venía muy, muy bien de forma hace unos meses. Sin embargo, para mi gusto, llegó sobrecargado de torneos al US Open y el cansancio le pasó factura. Ha descansado y para mi es un claro favorito para el torneo. Si lo ganara, me llevaría una alegría porque tiene un golf de los de antaño. Menos mecanizado y más intuitivo.




Posible ganador #2: Ian Poulter













¿Os habéis fijado en la mirada de Poulter cuando está concentrado jugándose algo importante? Eso lo resume todo. Cuando está enchufado, su juego en general (y su putt en particular) entra en un estado de perfección que casi ningún jugador puede igualar. Y no hablo de perfección técnica, porque Poulter técnicamente no es demasiado brillante. De hecho, creo que fue Buth Harmon quien le dijo que tenía un swing de amateur, generando el consiguiente cabreo del inglés. Este no se echa para atrás ante nada y ante nadie. Si bien antes comentaba que a Westwood, por ejemplo, le puede poder la presión de jugar en casa, creo que a Poulter le puede ocurrir todo lo contrario. Como esté en disposición de ganar el domingo, es el máximo favorito para mi gusto.



Posible ganador #3: Graeme McDowell













G-Mac es favorito sí o sí. Tiene un juego para dejar el título el US Open de 2010 como el primero de una larga lista de Grandes. Aguanta la presión muy bien y como ejemplo, aparte de ese US Open del año pasado, tenemos la Ryder o la forma en que gana (¿o queda mejor decir 'roba' en el buen sentido de la palabra?) a Tiger SU torneo hace unos meses. Este año no ha destacado tanto como en 2010, pero acumula varios puestos entre los diez mejores y está en casita, en un tipo de campo que conoce bien, con vientecito, frío y quizás mal tiempo. Es tranquilo y eso es bueno, pero en momentos de tensión saca el puño y pone cara de ganador. Un luchador. Para mi es una versión mejorada de Ian Woosnam.

Posible ganador #4: Matt Kutchar













Un tipo normal y corriente que a casi todo el mundo nos cae bien. Casi siempre con su sonrisilla, con su gorra que oculta una falta de pelo bastante incipiente y con un juego donde en ningún aspecto es de nueve pero en casi todos tiene un ocho. Ha jugado bien en Escocia y eso no es fácil para un americano en su primer torneo en un campo como ese. Su año en el Circuito está siendo muy bueno, continuación de lo que ha venido mostrando en los últimos tiempos. Está, de largo, para ganar un Grande y ésta puede ser su oportunidad. Se ha intentado asomar al balcón en varios, pero no ha conseguido rematar. De las pocas opciones norteamericanas que veo para este Open, pero sin duda de las opciones más sólidas entre todos los participantes en esta edición.


Posible ganador #5: Sergio García











Como ya dije en otra entrada en este mismo blog, Sergio es mi debilidad personal y nada ni nadie va a conseguir que deje de confiar en él. Desde The Players 2008 está a verlas venir. Su último torneo en Munich era para haberlo ganado sin necesidad de ir a Play Off y sin embargo no lo consiguió. Volver a ganar cuando has sido un ganador habitual no es difícil, sino lo siguiente... Pero yo veo a Sergio arriba. Hugo Costa comentaba ayer en Twitter que tenía buenas sensaciones con García, que estaba pegando bien a la bola y se le veía con confianza. Estas dos semanas de descanso en España le habrán venido muy bien después de la pechada que traía encima y ¡qué coño! hasta ayer era el cuarto favorito en las casas de apuestas. Por algo será... Además, Sergio siempre ha jugado muy bien en el Open. Acumula varios top tens y otros buenos resultados a lo largo de su carrera. ¿Por qué va a ser en el Open cuando vuelva a la élite si ha fallado este año en torneos mucho menores? ¿Que, por qué? ¿Y por qué no?


Posible ganador #6: Dustin Johnson











Tengo un amigo que juega conmigo todos los viernes que dice que no hay justicia en el golf y cuando veo a Dustin Johnson, se que tiene razón. Yo soy de los que creen en el karma y estoy seguro que a Johnson, tarde o temprano, el golf en general y los Grandes en particular le devolverán lo que le deben. Además, es un jugador que me da la sensación que se adapta a todo tipo de campos. Su altura, su potencia y su putt así lo demuestran. La gente se queda siempre con su drives y la distancia de sus hierros, yo en cambio me quedo con su putt; me encanta. Estoy convencido que el domingo llegará con opciones y estoy bastante seguro que acabará en la primera pantalla.

Llegados a este punto, me resulta curioso que entre mis seis favoritos haya ¡tres! norteamericanos en el Grande menos yankee de todos... Cosas del directo que dice el otro, pero es así como lo siento. Tres europeos y tres norteamericanos, parece que el resto del mundo no tiene opción en mi predición.

Para mi entre estos seis va a estar el ganador. Sin embargo, hay un pequeño grupo de jugadores que, aún con menos opciones, también pueden dar la sorpresa. Llamadlos sleepers, underdogs o simplemente, emboscaos (pero con cariño y sin sentido peyorativo. Éstos son:

Steve Stricker: Porque es un señor, porque acaba de ganar la semana pasada y eso me hace no ponerlo como favorito (ver explicación cuando hablo de McIlroy) y porque el hecho de no haber ganado nunca un grande, pesa (saludos Sergio, mi coherencia brilla por su ausencia...)

Miguel Ángel Jiménez: Porque me cae fenomenal, porque ha aprendido a dejarse llevar y así cuidarse físicamente en los torneos donde tras las dos primeras jornadas ve que no puede ganar y, sin embargo, cuando ve que tiene opciones activa el DRS. Porque se lo merece, porque siempre ha jugado bien en las Islas, porque la distancia no es un factor tan definitivo aquí como en muchos grandes y sí, que cojones, porque soy español y me haría mucha ilusión que ganara y pusiera la guinda a una carrera espectacular.

Martin Kaymer: Hace unas semanas ni pensaba en ponerlo en las quinielas, pero su buena actuación en el Open de Francia me ha hecho dudar. Viene de un año bastante mediocre por no decir malo después de ser Número Uno. Por otro lado, ya ha ganado un Grande y juego tiene para aburrir. Es frío y mortal con el putter, ojo con él.

Matteo Manassero: ¿Estamos locos o qué? Un crío que está dando sus primeros pasos en el Circuito ¿y resulta que sale en esta lista? Joder, que mira lo que le ha costado ganarlo a Rory y el italiano tiene que comer todavía mucho provolone para poder llegar... Vale, sí, estamos de acuerdo, pero de momento ya ha ganado un torneo del Circuito Europeo y ha dejado trazas de su calidad. Me encantaría ver esos pantalones verdes y ese polo blanco luchando el domingo por la victoria. Además, tampoco he arriesgado tanto con los otros nombres ¿no? Mira que si acierto y encima lo hago con este...








 
 

Semana de Grande, Parte II: ¿Quién TAMPOCO va a ganar el Open?

Después de tener la jeta de decir que no va a ganar uno que ni siquiera juega, de tener las narices de apostar que ninguno de los dos máximos favoritos se va a llevar la jarra de clarete y de pensar que un tipo que anda perdido por el Circuito Americano y otro que odia los links tampoco tienen opciones, vamos a terminar con mi terna de no-ganadores.

Al que tampoco veo saliendo triunfador esta semana de Sandwich es a Rory McIlroy. Elevado (con todo merecimiento) al séptimo cielo por la prensa, compañeros, golfistas retirados y público en general, el bueno de Rory lo va a tener complicado en el siguiente Grande que juega tras su éxito en el US Open. Me parece muy difícil que un primer ganador de Major se plante un mes después y vuelva a ganar el siguiente Grande que disputa (de hecho, nadie lo ha hecho en la Historia). Juego tiene y de sobra, pero su bisoñez y su reciente éxito juegan en su contra. Si estás pensando en jugarte parte de la paga extra en las casas de apuestas sin que se entere tu mujer, mejor no apuestes tu dinero a una victoria suya.

Uno de los favoritos para los americanos y líder hasta el momento de la Fedex Cup; Nick Watney. Nada, tampoco gana... Yo es que le veo como un golfista soso. Un tío muy bueno jugando a golf, pero soso. Este año está que lo parte con dos victorias y no se cuantos top tens. ¿Cómo un jugador que está haciendo esta temporada no puede ser favorito? No esperéis una explicación lógica ni técnica, es simplemente presentimiento (y que es un soseras)

Por cierto, un día escribiré sobre quién es más soso y transmite menos al público, si Nick Watney o Martin Kaymer.

Venga va, otro que va a ser que no: Louis Oosthuizen. Ganó el año pasado contra todo pronóstico y a pesar de su calidad como golfista, no le veo defendiendo con éxito su título, empresa ésta, reservada para jugadores uno o dos escalones por encima del sudafricano. Ha aparecido en las posiciones altas en varios campeonatos tras su triunfo en el Abierto Británico del año pasado e incluso ha ganado un torneo, pero su juego parece que no es suficiente para ganar y si lo hiciera, sería una sorpresa.


Todos los años, cuando llega el Open, sale el mismo nombre a la palestra como posible ganador y todos los años decepciona. Ni un solo top ten y varios cortes fallados son aval suficiente para no creerme la historia de siempre. Estoy hablando de Justin Rose. Si a esto sumamos que este año tampoco es que está jugando demasiado bien, yo le borro de la terna de favoritos ipso facto y le incluía, como he hecho, en la de seguros no-ganadores.

Y para no dejar esto en nueve nombres, porque nueve es un número bastante feo y en cambio diez siempre parece que es la perfección, voy a por mi última apuesta: Adam Scott. Coño, un tipo que tiene un swinazo, un guaperas que siempre va bien vestido, que se echa de novia a Ana Ivanovic, que gana The Players y va el tío ¡¡¡y cambia a putt escoba!!! ¿Pero qué broma es esta? Es materialmente imposible que un torneo como el Open 2011 lo gane alguien con el putt escoba, lo siento. Los dioses del golf nunca lo permitirán, está escrito. Si esto ocurriera, tiraría por tierra ciento no se cuantos años de tradición y buen gusto. Me da igual que se haya acercado a la victoria en el Masters o que lleve varios puestos entre los diez primeros este año en el Circuito, es lo mismo. Cuando no se puede, no se puede.

CONTINUARÁ... (Con la terna de los que pueden ganar)

Semana de Grande, Parte I: ¿Quién NO va a ganar el Open?

Semana de Open. Todo aficionado a golf que se precie, tiene marcados en rojo, negrita y subrayado estos días en el calendario.

Lo que mola de los grandes no es sólo verlos, sino hacer porras sobre quien va a ganar y quien se va a estrellar. En función del resultado de las mismas, nos creemos que somos gurús golfísticos si acertamos o estamos cerca. En cambio, si fallamos, entonces nos creemos que también somos gurús golfísticos porque somos capaces de encontrar mil y una excusas para justificar nuestro error. Que si la mala suerte en este hoyo, que si cuando le tocó jugar es cuando más [ponga el evento meteorológico que más le guste] había, que si su resultado no refleja en realidad cómo ha jugado etc...

Pues eso, antes de que pueda sentarme el mayor número de horas posibles delante del televisor (saludos a mi mujer y a mi jefe), voy a hacer una porra porque a día de hoy, tengo bastante claro quién va a ganar el Open y quién no. Tened en cuenta que al final, yo soy un auténtico gurú golfístico.

¿Quien NO va a ganar el Open?

Para empezar bien, voy a poner una apuesta fácil. Uno que seguro que no lo gana este año haga lo que haga. Mi padre siempre dice que para estas cosas de apuestas y previsiones, lo que hay que hacer es empezar con buen pie así que le haré caso. El que seguro, seguro, seguro que no lo gana es Tiger Woods. Igual el Open Virtual de WGT sí que lo gana, que me han dicho que durante su convalecencia ha metido horas para matar el gusanillo, sin embargo, el de verdad, ese fijo que no.

Otro que no lo va a ganar es Luke Donald. Número Uno del Mundo actualmente y todo eso, sí, pero ha ganado la semana pasada en Escocia y como yo creo mucho en la estadística, es prácticamente imposible ganar un Grande cuando has ganado la semana anterior. Así que venga, otro al que descartamos.

Mi tercera apuesta por un no-ganador es Lee Westwood. El inglés es un cañón. Buenísimo, juega en casa y está jugando como nunca ha jugado en su exitosa carrera profesional. Sin embargo, en los Grandes se suele venir un poco abajo (Yeah! Topicazo al canto...) y si a esto añadimos que es el Grande donde juega como local, con millones de ojos puestos en él, creo que se le va a hacer más duro que a Franco Vona subiendo el Mortirolo (esto va dedicado para los que ya tenéis unos años)

Phil Mickelson es otro por el que no apostaría ni un euro. No le gustan los links por mucho que educadamente ante los medios diga lo contrario. Siempre, salvo en contadas excepciones (¿2004?), ha jugado regular tirando a mal en el Open y eso de dar golpes bajos o rodaditos no va con su juego. Otro año que se va de vacío de las Islas, seguro.

Ben Curtis; último ganador del Open en este campo en el año 2003. A ver, las cosas como son. Que se te aparezca la virgen una semana en forma de juego maravilloso siendo el primer Grande que disputas es bastante complicado, por no decir muy jodido. Que se te aparezca dos veces es utópico. Punto.

CONTINUARÁ...

martes, 28 de junio de 2011

BMW International ¿te gusta conducir (hasta Royal St. George’s)?

Antes de comenzar a profundizar en esta entrada, he de decir que no soy la persona más indicada para hablar de Sergio García. Lo se y lo asumo, pero las cosas son como son y los sentimientos no se pueden cambiar.

Yo vi en directo a Sergio el golpe del árbol en el PGA de Medinah (o como dirían los yankees, Medaina), vi esa jornada donde un jovencito con cara de niño ponía en aprietos a Tiger, Vi cómo celebraba los golpes y vi cómo disfrutaba jugando a golf. Vi cómo conquistó al público norteamericano con su sonrisa y su naturalidad. Y vi como el golf europeo descubrió una nueva estrella.

Desde entonces siempre he considerado a Sergio un fuera de serie. En los buenos tiempos, cuando ganaba de forma habitual torneos en EEUU y Europa y en los malos tiempos, desde su última victoria en The Players hasta hoy. Con momentos lamentables como la crítica a Augusta hace dos años o las declaraciones llenas de frustración a lo largo del verano pasado.

Sergio es para mí como esa novia idealizada a la que perdonas todo, te haga lo que te haga tú se lo perdonas, porque sabes que es especial. Sergio las ha liado como Amancio, ha meado fuera del tiesto tirando palos tras un mal golpe, jurando en hebreo delante de las cámaras y desesperando a todo el mundo con el putter. Sin embargo, yo siempre le doy una oportunidad y estoy seguro que se la seguiré dando.

Me comentaba mi hermano hace unos meses que Olazábal, hablando de Sergio, dijo una vez que era uno de los jugadores con más talento que había visto en su vida. Y José María ha visto muchos....

Comentaba que jugar una ronda de prácticas con él era una maravilla. Él te decía que golpe iba a dar antes de ejecutarlo. Va al fade botando antes de green para que entre rodando. Ésta va al draw para que al picar en green no se marche mucho por el efecto. Ahora la voy a jugar por encima de esos árboles abriendo mucho la cara del palo para intentar dejarla muerta en bandera. Y así todo tipo de golpes explicados previa ejecución. Lo que llamaba la atención no es la propia explicación, que eso lo podemos hacer cualquiera. El tema estaba en que casi siempre le salía como él quería.

Vaya, parece que me estoy enrollando bastante con el tema Sergio. Otro día profundizo más...

El caso es que el domingo tenía torneo por la mañana. Sin embargo, yo estaba pensando en que me perdía la última jornada del BMW. O al menos parte de ella. A ver ¿a qué hora salgo? Mmmm a las 9:40 en el tee de 1. Vale, calcula cinco horas largas de vuelta, más media hora entre que entrego la tarjeta y conduzco de vuelta a casa... A las 16:00 delante de la tele más o menos, me da tiempo a ver la segunda vuelta.

Llego a casa (no sin antes haber mirado el online del European Tour varias veces) y lo primero que veo es un bogey de Sergio en el 12 tras haber hecho su segundo eagle del día. Otro bogey al 13 ¡joder!, uno más al 14 ¿pero qué coño pasa? Mientras tanto, Pablo Larrazábal andaba parecido. De -18 a -16 para posteriormente fallar putts de birdie en el 17 y en el 18. Sin embargo, todo el mundo iba liado en los nueve segundos. Por ejemplo, Goosen con el putter era una sombra de lo que fue. El resto de contendientes no iban mucho mejor, parecía que nadie quería pasar de -14. Con este panorama, los dos españoles van empatados con dos golpes de ventaja a falta de poco para terminar. Y eso que no hace mucho tiempo, García iba con -19 y Pablo con -18.

Va, venga, que aún así entráis los dos en el Open...

Hoyo 16. Par cuatro corto pero peligroso. Bandera larga con agua a la derecha bastante cerca. Sergio sale con hierro para dejarse 90 metros en el segundo golpe. Cagada con el wedge, al rough y largo de bandera. Está vendido. A ver si tiene pelotas de jugarse el chip a bandera para salvar el par con el consiguiente riesgo de irse al agua (o quedarse corto como Goosen pocos minutos antes). Juega bien, conservador, pero se lleva otro bogey. Sabe que el 18 es un par 5 en el que ha hecho birdie las tres jornadas anteriores. En el 18 con eagle gana, con birdie sale a Play Off, con par queda segundo en solitario (billete para el Open) y con bogey segundo empatado, que también le vale para jugar su cuadragésimo no se cuantos Grande consecutivo.

Birdie y a Play Off.

Cinco hoyos de un Play Off de mucha calidad donde se vio lo que es cada uno. Sergio un rodillo de tee a green y Pablo un jugador tan especial como irregular, un jugador diferente de esos que cuando están en racha dan un espectáculo digo de ver pero que como estén mal, no pasan un corte.

Tres putts en el quinto hoyo de Sergio y torneo a la buchaca para Pablo con dedicatoria a su abuelo fallecido recientemente. Ambos se funden en un abrazo sincero al terminar. Objetivo cumplido. Pablo al Open ganando el torneo, pocos confiaban en verlo en el torneo hace unas semanas. Ojala siga con este estado de forma en Inglaterra, porque la puede liar.

Sergio, por su parte, con la consiguiente decepción por no haber ganado pero por otro lado, con la satisfacción de entrar en el Open también. Sin embargo, él sabe que hay que mirar más allá, que el objetivo va más lejos que ganar el BMW. Todas las etapas ya están quemadas, García está de vuelta, sabe que vuelve a ser el jugador que fue tras la mala etapa que ha pasado. Primero fue verse competitivo; check. Después jugar buenas rondas; check. A continuación entrar en la lucha por el torneo; check. Después estar entre los diez primeros, check. Lo siguiente era estar arriba en un Grande, check. Y por último, jugarse un torneo en el último hoyo, check.

Ya sólo le falta ganar, pero para hacerlo hay que estar preparado. Él sabe que ya lo está, que no hay excusas, que las cosas al final acaban cayendo por su propio peso y que el peso de la calidad en este caso es enorme.

No se cuanto tardará, pero acabará pasando. Él lo sabe, yo lo se, tú que estás leyendo esto también lo sabes y sus rivales, que no son tontos, también lo saben.

Enhorabuena Pablo, has jugado un torneo excelente sabiendo sobreponerte a los problemas. Danos un poco de regularidad y te veremos arriba en los torneos de forma habitual. Créetelo y verás que es cierto.

Enhorabuena Sergio, sigues siendo como esa novia idealizada a la que se le perdona todo. Sin embargo, ahora mismo, con tu juego, apenas hay cosas que perdonar.